27 de septiembre de 2007

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Notas sobre “Los recolectores”

“Espigar es recoger”, con esta idea/concepto comienza el documental. La mujer que filma con la cámara va por diferentes lugares de Francia, atraviesa zonas rurales y urbanas. En el campo, los cosechadores tiran enormes cantidades de la producción que no puede comercializarse pero que la gente pobre aprovecha para alimentarse, y pueden hacerlo porque la ley rural permite el “espigueo” en propiedad privada. El alimento que los espigadores recogen varía según la zona de producción, y el espigueo no es realizado sólo por personas en situación de extrema pobreza; por ejemplo hay cocineros que también lo hacen y utilizan estos alimentos como ingredientes en sus comidas, consiguiendo de este modo abaratar costos.
En la ciudad también hay espigadores, pero no son sólo comestibles aquello que se va a recoger, también chatarra (con fines artísticos), muebles y electrodomesticos que han sido abandonados por sus dueños. La ley urbana dice que quien abandona un objeto en la calle renuncia a él para siempre, y por lo tanto éste pasará a ser del primer recolector que lo tome. La mayoría de los espigadores se caracteriza por ser de condición humilde, todos tienen en común el hecho de que reutilizan aquello que otros tiran y consideran basura. Me llamó mucho la atención la historia de un joven que aprovechaba como base de su alimentación los comestibles que desechaba un supermercado. Aquel joven tenía estudios de biología, se había formado como profesor pero ahora estaba desempleado y vivía en un albergue donde enseñaba a leer a personas analfabetas que también vivían allí.
La mujer que filma el documental dice: “me gusta filmar los desechos, el derroche, la basura…” Y tiene mucha creatividad y dinamismo para desarrollar el tema del espigueo: combina música, paisajes, testimonios, lugares y situaciones diferentes, etc. Personalmente tuve la impresión de que su documental tiene una estética vanguardista, ella lo fue realizando con ese estilo y efectivamente logra ese efecto.

Cristina Chinchi García

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