27 de septiembre de 2007

10

Notas sobre “El tren blanco”

El documental comienza mostrando los acontecimientos del 20 de diciembre de 2001, durante la caida de De la Rúa. Son imágenes fuertes, el descontrol, la violencia, el llanto, la muerte y la impotencia ganaban las calles. Saqueos a negocios, manifestaciones callejeras (“cacerolazos”), represión contra los manifestantes; este contexto de crisis es el que precedió a un período de pobreza y miseria general que empeoró las condiciones de vida de la población.
Todo esto tuvo que dar origen a la realidad vivida en el Tren Blanco: este es el nombre con que se conoce al tren en el que viajan quienes viven de juntar cartones, papeles y diarios. La cámara que registra el recorrido en este medio de transporte comienza a recoger testimonios de los pasajeros: ellos son personas que trabajaban en fábricas, en tareas de limpieza o incluso tenían oficio, como lo es el de un carpintero que ahora ya no consigue trabajo porque se lo considera demasiado viejo. Una mujer cartonera (que antes trabajaba limpiando casas) define con sus propias palabras qué es el tren blanco: “es una fuente de trabajo. Estamos organizados, pagamos un bono y somos conscientes de ello. Es la única manera de poder vivir porque no hay trabajo.” Existen prejuicios contra los cartoneros, un hombre comenta: “algunos nos discriminan, nos dicen cirujas, pero ser piruja es un trabajo; yo vivo juntando papeles, cartones y diarios y con ello me defiendo: ésa es mi vida.” Lo que más me conmueve es que ellos tienen muy presentes valores tan esenciales como los que representa la familia: todos coinciden en que su único momento de paz y alegría es cuando pueden reunirse con su familia, ya sea para mirar la televisión o comer un asado, etc. El valor simbólico que estas personas dan a las palabras compartir y familia es quizás lo único que la cámara no puede registrar. Desde esta mundo material lleno de penurias para muchos y placer para pocos, ellos han aprendido a encontrar la felicidad en aspectos esenciales: la unión, el afecto y el amor que sólo la familia puede ofrecerles, algo con lo que siempre podrán contar y compartir, aunque no tengan nada.

Cristina Chinchi García

No hay comentarios: